¿Cuál es el precio de la redención?
Rescatado de la esclavitud sexual por un misterioso oficial pakistaní, Caleb carga con el peso de una deuda que debe ser pagada con sangre.
El camino ha sido largo y lleno de incertidumbre, pero para Caleb y Livvie, todo está llegando a su fin.
¿Puede él renunciar a la mujer que ama por el bien de la venganza? ¿O hará él el sacrificio final?
A Caleb le parecía que, la naturaleza de los seres humanos giraban en torno a una verdad empírica: Queremos lo que no podemos tener. Para Eva, era el fruto de árbol prohibido. Para Caleb, era Livvie.
El año pasado reseñé "Cautiva en la oscuridad", y les debía la segunda parte, que realmente es importante.
Como les dije en aquella oportunidad, esta serie es impactante y controversial, pero además, esta segunda entrega, llamada "Seducida en la oscuridad", es totalmente diferente a la primera parte de la historia. Y esto es un detalle significativo de la serie.
ADVERTENCIA: Este libro contiene situaciones muy perturbadoras, consentimiento dudoso, lenguaje fuerte y violencia gráfica.
Mis sensaciones
Esta trilogía (EL TERCER LIBRO ES UN EPÍLOGO DE 126 PÁG.) tiene el poder de sacudirnos. Es una de las lecturas que más agitó mis sensaciones, porque a cada tramo de la historia, uno siente todo.
A veces las emociones no son positivas, y como dije en la reseña (PUEDEN LEERLA ACÁ) del primer libro, la trama es muy sórdida y angustiante. ¡Pero bien escrita!
El discurso
Casi siempre, las segundas partes de las trilogías son la continuación lineal del primer libro, y también el estilo suele ser el mismo.En "Seducida en la oscuridad" no sucede eso (Y ME ENCANTÓ ENCONTRAR ALGO DIFERENTE).
La estructura del discurso tiene muchos saltos en el tiempo y al principio esto es muy confuso.
La historia comienza tiempo después de haber transcurrido el final de "Cautiva en la oscuridad", encontrándonos con una Olivia recuperándose en un (a mi entender) neuropsiquiátrico, con el FBI interrogándola sobre Caleb y sus asuntos.
La autora no nos brinda detalles sobre cómo llegó a los Estados Unidos ni porqué el FBI la interroga, o porqué ella llora sin consuelo la muerte de Caleb. (al menos al principio)
Ese es el GRAN gancho del libro, que nos obliga a leer con GULA cada capítulo, intentando armar el rompecabezas que C.J. Roberts diseñó.
El «tono» de esta segunda parte, también es diferente. Es mucho más fuerte que el anterior. Realmente, hubieron escenas muy difíciles de leer, porque el sadismo es feroz en este libro.
Pero Caleb, enamora.
La autora tomó la brillante decisión de integrar en la historia a otros personajes que dirigieron las escenas más fuertes y repudiables del libro, dejándole a Caleb el papel de héroe protector.
Además, los sentimientos del protagonista hacia Olivia comienzan a dominar sus acciones y la historia de amor comienza a verse de un modo más contundente.
Entonces, sí, este libro es más perturbador que el primero, pero el amor es más tangible, aunque no deja de ser polémico, y como lectora pude encontrar los motivos para transitar esta novela sin sentir rechazo alguno.
Claramente, los malos son los otros, y tanto Caleb como Olivia son víctimas de una red tan morbosa como inescrupulosa.
Cada decisión de la autora está pensada con una inteligencia sublime. Las escenas donde el agente Reed o la Dra. Sloan, entrevistan a Olivia, son exquisitas. Brindan una profundidad al tema central de la trilogía, que es magistral. Un tema oscuro y del que la sociedad prefiere no saber.
El tema
En el primer libro, la autora expone el tema de la trata de blancas, pero la trama transcurre en el cautiverio de Olivia y la tarea que realiza Caleb preparándola para ser vendida.En "Seducida en la oscuridad", el centro de la trama se desarrolla en un ambiente lujurioso y sin límites, donde el tema de la trata de personas toma más importancia.
La autora, desarrolla este tópico sin ahorrarse detalles y por momentos es tan cruel y violenta la descripción que cuesta tragar saliva.
Caleb y Olivia se hospedan en la finca de Felipe, un millonario mafioso amigo de Rafiq. En su casa, se realizan fiestas donde el sadomasoquismo es protagonista, de un modo crudo y desagradable.
Las escenas de juegos, fiestas y castigos, me recordó a el torneo de "Amos y mazmorras" o "Me perteneces", sólo que la pluma de C.J. Roberts es mucho más oscura que la de Lena Valenti o Shayla Black.
Realmente las escenas son fuertes, y no son para todo el mundo, aunque disfruté mucho la experiencia de leer esta trilogía. Siempre disfruto cuando un libro me sorprende, me impacta y rompe con las estructuras a las que estamos acostumbradas.
Lo único que necesito para soportarlo, es un final feliz. (guiño)
Los personajes
Caleb y Olivia son los grandes protagonistas de una historia donde los personajes secundarios tienen mucha importancia.Rafiq, Felipe y Cecilia, son necesarios para que los conflictos se concentren en ellos y de ese modo Caleb pueda redimirse. Repito, son necesarios.
Por lo tanto, pese a ser secundarios, son muy importantes.
A Caleb, lo aprendí a amar en esta historia. No es un "enamoramiento" natural. Es un proceso, donde uno comienza a ponerse en la piel de un personaje que es polémico.
Por momentos se lo odia y en otros, conmueve.
Al final, Caleb es una víctima más de este mundo perverso que la autora expone y Olivia, la mujer que lo rescata de la oscuridad.
Comprender a este personaje es, quizás, lo más difícil de la lectura, pero es la clave para poder encontrar amor, al final del camino.
Otra originalidad del libro es la atracción que sentí por otros dos personajes secundarios.
Se trata de la Dra. Sloan y el agente Reed. A ellos los conocemos cuando entrevistan a Olivia durante su internación y cautivan desde el primer momento.
Ambos tienen una historia paralela a la trama, que me dedujo más por lo que no se cuenta que por otra cosa, pero sin dudas, son dignos protagonistas de otra novela.
No sé si sucederá, pero debería ser así.
En resumen.
La autora de la trilogía oscura, no endulza las escenas, ni la historia. Es una novela donde hay amor, pero el romance no está en la ecuación.Lo que rescato, es que la autora es consciente de su propuesta y se hace responsable de la misma. En cada tramo de la historia, y con una pluma brillante, C.J. Roberts se encarga de desmenuzar la trama, explicarla y exponer todos los puntos de vista posibles.
La trilogía muestra todos los matices, dejando en claro que no todo es luz u oscuridad y que el amor no tiene porqué ser color de rosa.
Esta trilogía tiene una historia que contar. No hay ni un capítulo de más, ni un libro que se haya publicado para conseguir más ventas.
La historia tiene cuerpo y peso. Su estructura es perfecta para ser vendida como trilogía y eso lo rescato como una gran virtud discursiva.
Las que son muy sensibles, deberían dejar pasar esta propuesta y las que se animan, están advertidas. Van a encontrar una historia atrapante, muy bien escrita y que no deja de impactar en cada capítulo, pero aunque el amor se abre paso sobre la violencia, no todas van a encontrar una historia que las enamore.-