… Cuando el editor francés Jean-Jacques Pauvert publicó, en 1954, Historia de O, este libro estalló como una bomba en el puritano mundo postbélico, causando escándalo y desconcierto. Pero lo que una mujer, Pauline Réage, expresaba de pronto con tan desgarradora y brutal belleza, respondía, curiosamente, a lo que millones de lectores, hombres y mujeres, sentían sin osar siquiera formular en forma de deseo. No tardó mucho Historia de O en convertirse en el libro más traducido y leído en el mundo desde El Pequeño PrÍncipe de Saint-Exupéry, ¡tan distinto, en cambio! … (contratapa del libro)
Decidí escribir este post, luego de mencionarlo en la reseña sobre la trilogía “50 sombras” (¡Y ya estoy cansándome de tanta sombra!)
Al salir de Roissy, su esclavitud sigue cambiando de escenarios y retomando su vida como si nada hubiera pasado en el castillo, excepto por un anillo que deberá llevar siempre, para ser reconocida por cualquier miembro de la sociedad de los amos.
Así aparece otro dominante, al que se somete con absoluta sumisión, sólo por el deseo de ser amada por él.
Esa maldita costumbre mía de hilar un libro con otro, pero mientras lo leía recordaba “La pasión turca “, de Antonio Gala o “9 semanas y media”, de Elizabeth McNeill donde nos muestra el triste final que tienen las mujeres que dan todo por un hombre y al final, sin ellos quedan reducidas a seres patéticos y vacías luego de haberse perdido a ellas mismas.
Es una novela que de romance no tiene nada, es una dramática historia, donde una mujer alza la bandera del “todo por amor” sin medir lo irreparable que puede ser.
El poder descriptivo de la autora está muy bien logrado, por momentos, si uno logra despojar la historia y los sentimientos de Odeline, podríamos disfrutar más del erotismo que está presente en cada párrafo.
A mí me costó no sentir piedad por esa protagonista, gritándole al libro una y otra vez: ¡Pará! ¿Hasta dónde vas a llegar?
La sumisión del personaje me ponía los pelos de punta y tenía que concentrarme una y otra vez en la historia que me estaban contando. Ella quiere complacer a su amante. A su amo.
Así, ella accede a las pruebas más dolorosas, irreparables y definitivas que a las que su cuerpo puede someterse y es marcada como propiedad del hombre del que ella no quería separarse jamás.
Es una obra donde realmente está presente el sadismo, la dominación y la sumisión. Todos un templo del BDSM con un castillo de escenario inicial que en mi mente me llevaba a rememorar escenas de la película “Ojos bien cerrados”.
En mi caso, la angustia venció al erotismo y no pude dejar de lamentarme por “O”. El último capítulo del libro fue suprimido por “su alto contenido de degradación humana”. Luego se publicó en un librito aparte, llamado “Regreso a Roissy” .
Mi CALIFICACIÓN tiene más que ver con la angustia y las sensaciones que me generó, de hecho no quise leer el librito que continua la historia, porque todo me resultó muy opresivo.
Pero lo que vale la pena destacar es la audacia creativa de la AUTORA, una mujer que habló del BDSM antes de la década del sesenta.
Así empezamos con « La historia de “O” », novela publicada en 1954, por la periodista Dominique Aury que bajo un pseudónimo (Pauline Reáge) hizo públicas las fantasías eróticas que había creado para su amante.
A comparación con esta novela, el BDSM descripto en “50 sombras de Grey” es un polvo VAINILLA. Aquí nos encontramos con una historia sórdida e inquietante.
Odeline “O”, es una fotógrafa de moda, que es llevada a al castillo de Roissy, incitada por su amante René. En aquel lugar se reúne una especie de secta secreta, una pequeña comunidad o sociedad de sádicos y dominantes que la inician en las prácticas de la sumisión y el sadomasoquismo. El deseo y el amor que siente por René la llevan a aceptar el ingreso al castillo y luego de un rito bautismal donde se la ultraja y somete al dolor y a la humillación, su amante la deja por una temporada, como si fuera un tiempo de entrenamiento, convirtiéndola en una esclava sexual, que debe estar disponible para los miembros de esta oscura sociedad cuando ellos así lo indiquen. La protagonista soporta todas las pruebas, las más aberrantes y denigrantes, con el estímulo de así ser más amada por su amante.La historia:
Al salir de Roissy, su esclavitud sigue cambiando de escenarios y retomando su vida como si nada hubiera pasado en el castillo, excepto por un anillo que deberá llevar siempre, para ser reconocida por cualquier miembro de la sociedad de los amos.
Así aparece otro dominante, al que se somete con absoluta sumisión, sólo por el deseo de ser amada por él.
Mis sensaciones:
Siempre digo que nunca hay que escandalizarse por el alto contenido erótico si la historia lo vale y para que esta historia se pueda contar, el contenido sexual debe estar presente. Al final, es lo que menos importa, porque atrás de eso, hay un relato, de una joven que para ser amada complace sin medidas y entrega todo, hasta quedarse sin nada.Esa maldita costumbre mía de hilar un libro con otro, pero mientras lo leía recordaba “La pasión turca “, de Antonio Gala o “9 semanas y media”, de Elizabeth McNeill donde nos muestra el triste final que tienen las mujeres que dan todo por un hombre y al final, sin ellos quedan reducidas a seres patéticos y vacías luego de haberse perdido a ellas mismas.
Es una novela que de romance no tiene nada, es una dramática historia, donde una mujer alza la bandera del “todo por amor” sin medir lo irreparable que puede ser.
El poder descriptivo de la autora está muy bien logrado, por momentos, si uno logra despojar la historia y los sentimientos de Odeline, podríamos disfrutar más del erotismo que está presente en cada párrafo.
A mí me costó no sentir piedad por esa protagonista, gritándole al libro una y otra vez: ¡Pará! ¿Hasta dónde vas a llegar?
La sumisión del personaje me ponía los pelos de punta y tenía que concentrarme una y otra vez en la historia que me estaban contando. Ella quiere complacer a su amante. A su amo.
Así, ella accede a las pruebas más dolorosas, irreparables y definitivas que a las que su cuerpo puede someterse y es marcada como propiedad del hombre del que ella no quería separarse jamás.
Le explicaron que siempre sería así mientras estuviera en aquel castillo, que vería el rostro de los que la violarían y atormentarían, pero nunca de noche, y que jamás sabría quiénes serían los responsables de lo peor
Es una obra donde realmente está presente el sadismo, la dominación y la sumisión. Todos un templo del BDSM con un castillo de escenario inicial que en mi mente me llevaba a rememorar escenas de la película “Ojos bien cerrados”.
En mi caso, la angustia venció al erotismo y no pude dejar de lamentarme por “O”. El último capítulo del libro fue suprimido por “su alto contenido de degradación humana”. Luego se publicó en un librito aparte, llamado “Regreso a Roissy” .
Mi CALIFICACIÓN tiene más que ver con la angustia y las sensaciones que me generó, de hecho no quise leer el librito que continua la historia, porque todo me resultó muy opresivo.
Pero lo que vale la pena destacar es la audacia creativa de la AUTORA, una mujer que habló del BDSM antes de la década del sesenta.